lunes, 17 de abril de 2017

El Credo Luciferino por Michael W. Ford


Yo soy luciferino de Seba y de Set.
Soy un recipiente de Ahriman y AZ.
Adoro a mi propia divinidad auto-progresiva.
Rechazo todas las religiones que sacrificarían el sentido del "YO".
Reconozco que la religión debe comenzar desde adentro y ser un espejo de mi deseo.
Afirmo mi cuerpo como un templo de las tinieblas y el fuego.
Afirmo mi alma como el dios – demonio sobre el trono en esta torre negra.
Las serpientes gemelas son mi clave para la vitalidad de la iniciación,
Voy a tratar de levantar y luego crear mi deseo sobre la tierra.
Reconozco que mi ojo es solamente el ojo del sistema.
La serpiente manda a mi presencia sobre la tierra.
Seré una manifestación de los Archi Devas de la tierra.
Mis acciones serán pensadas y yo ejerceré mi voluntad en cada acción.
Reconozco que no hay otro dios que no sea yo.
Yo soy la serpiente.
Urvan ameretat me nemah'ya Yo - (Adoro mi alma inmortal)
Vangh Daêva uz-dâ I - (Voy a levantar el daemon interno)
Bebemos del sol a medianoche, la sangre congelada bajo la luna pálida.
Bebimos de los éxtasis del Qlippoth y dejamos que se fortalezca todo.
Buscamos salir en la noche en forma de bestia, bebiendo de las aguas bajo la luna.
Devoramos el paraíso y nos bañamos en la sangre de la luna.
Nuestros hermanos son Yatus, hechiceros de la brujería ahrimanica.
Nuestras hermanas son las Pairikas, hijas de AZ.
Somos la población de la mentira (Druj).
Somos los de demonios de la carne, despiertos y antiguos, por siempre buscando iluminar aún más la llama negra.
Nuestra religión es la hechicería, la que es encantada por nuestra práctica de Yatuk-Dinoih (brujería).
La vida es el gran regalo de Ahriman, como conciencia aislada (el alma o psique) está separada del Orden Natural.


La Orden Negra del Dragón es totalmente espiritual en la naturaleza, dirigida a la teoría de ganar la inmortalidad en vía de la psique.
Es el camino físico del agotamiento, cuando el espíritu y la carne son uno y se hacen más fuertes con perspicacia y determinación.
La esencia central de la serpiente es el ojo que se esconde dentro de la carne.
Allí está el poder Ch'an, de la nada y el silencio…
Tal es el esmalte que cautiva y anuncia el dominio de la presencia.
El espíritu de luz es la auto-iluminación, la llama negra.
¿Quién es el amo que manda y derriba el ego?
El luciferino se da cuenta de que el ego debe ser despojado y quemado para revelar la llama negra del inmortal.
Este “ser” o “fuego de la serpiente” esta dentro de la mutación, cambio y devenir.
La serpiente encanta entonces a la espina dorsal para convertirse en la creación de Leviatán...
La voluntad luciferina es el Satori, que es un cáliz sin fin de sangre de fuego...
Puedes sorber el veneno de esta copa pero nunca llenarte.
El yo está siempre progresando y mutando en un ser divino.
La serpiente tiene hambre de más...
Aquellos que fracasan se convierten en la fiesta de las sombras del vacío...
Aquellos que se convierten son los avatares del infinito poder de Set.
Soy la encarnación de Ahriman...
El lobo es la piel que cubre el hambre de lucha…
La serpiente es la piel que dirige la mirada del ojo…
El murciélago es la sed dentro de  la llamada de Trshna, para caer en el abismo y el grial de la sangre del dragón...
Desde el ojo de Set su forma se convierte en oscuridad, Ahriman, es esa chispa interna para el despertar de los sentidos.
De la cual como sombra caigo en la nada.
Alcanzo una copa para saciar mi sed más profunda
Para luego descubrir las cinco llamas de Angra Mainyu y los servidores del vacío que se unen a mí ser...
Para despertar y levantarme del mar...
Llevo mi divino liderazgo sobre la tierra...


Capitulo tomado de: "La Puerta de los Vampiros: El Mago Vampiro" por Michael W. Ford

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