La palabra magia, evoca una de las habilidades más incomprendidas y menos estudiadas, que remonta su origen a los inicios de nuestra Humanidad. La historia registra los nombres de aquellos personajes, que demostraron conocimientos sobre algunos campos ocultos, y prohibidos, asombrando a sus contemporáneos, y que se tenían como un saber olvidado, cultivado en soledad, así como el seno de ciertas órdenes secretas. Uno de los nombres que trascendió en esta disciplina fue John Dee, figura legendaria dentro del ocultismo, además de ser uno de los últimos representantes de la magia ceremonial que más tarde influenciaría a la Golden Dawn, que en los comienzos del siglo XX retomaría las enseñanzas legadas por Dee. La carrera de este mago, se desarrolló durante el reinado de Isabel I de en la Inglaterra en las postrimerías del siglo XV.
John Dee nació en Tower Ward, 13 de julio de 1527, fue un notorio matemático, astrónomo, astrólogo, ocultista, navegante y consultor de la reina Isabel I. Dedicó gran parte de su vida al estudio de la alquimia, la adivinación y la filosofía hermética. Dee incursionó en los mundos de la ciencia y de la magia tal y como estaban siendo distinguidos. Uno de los hombres más eruditos de su época, fue invitado a disertar sobre álgebra avanzada en la Universidad de París, cuando aún no superaba la veintena. Dee fue un ardiente promotor de las matemáticas y un respetado astrónomo, así como un destacado experto en navegación, habiendo adiestrado a muchos de aquellos que llevarían a cabo los viajes de descubrimiento ingleses. En uno de los numerosos tratados que Dee escribió en los años 1580 alentando las expediciones exploratorias británicas en busca del Paso del Noroeste, parece haber acuñado (o al menos introducido en imprenta) el término "Imperio británico". Se sumergió en los mundos de la magia, la astrología y la filosofía hermética. Dedicó mucho tiempo y esfuerzo en los últimos treinta años de su vida a tratar de comunicarse con los ángeles a fin de aprender el lenguaje universal de la creación y lograr la unidad de preapocalíptica de la humanidad. Estudiante del neoplatonismo renacentista de Marsilio Ficino, Dee no dibujó distinciones entre su investigación matemática y su estudio de la magia hermética, la invocación de ángeles y la adivinación. Consideró sin embargo que todas sus actividades constituían diferentes facetas de la misma búsqueda: la indagación de una comprensión trascendente de las formas divinas que subyacen al mundo visible, que Dee llamó "verdades puras".
El alto estatus de Dee como erudito también le permitió desempeñar un papel en la política isabelina. Sirvió como asesor ocasional y tutor de Isabel I y cultivó relaciones con sus ministros Francis Walsingham y William Cecil. Dee también instruyó y disfrutó de relaciones de patronazgo con Sir Philip Sidney, su tío Robert Dudley, I conde de Leicester y Edward Dyer. También disfrutó del patronazgo de Sir Christopher Hatton. A lo largo de su vida Dee acumuló la biblioteca más grande en Inglaterra y una de las más grandes en Europa. Falleció en Mortlake, finales de 1608.
Aportes al ocultismo:
Hacia los primeros años de la década de 1580, Dee estaba cada vez más disconforme con su progreso en el aprendizaje de los secretos de la naturaleza y con su propia falta de influencia y reconocimiento. Empezó a volverse hacia lo sobrenatural como un medio de adquirir conocimiento. Específicamente, buscó ponerse en contacto con ángeles a través del uso de un "scryer" o bola de cristal, que actuaría como un intermediario entre Dee y los ángeles.
Los primeros intentos de Dee no fueron satisfactorios, lo máximo que logro obtener a través de sus practicas en solitario fue contactar con una entidad que le otorgo una piedra negra pulida y la entidad le dijo que usara esta piedra para hablar con cualquier entidad pero no fue hasta que en 1582 conoció a Edward Kelly (entonces bajo el nombre de Edward Talbot), también conocido como el "hombre sin orejas" (las razones es que había sido castigado por estafa y el castigo en esa época era cortar las orejas a los estafadores) quien lo impresionó enormemente por sus capacidades. Dee tomó a Kelly bajo su servicio y comenzó a invertir todas sus energías en sus propósitos sobrenaturales. Estas "conferencias espirituales" o "acciones" fueron conducidas con un aire de intensa piedad cristiana, siempre después de períodos de purificación, oración y ayuno. Dee estaba convencido de los beneficios que podrían aportar a la humanidad. (El carácter de Kelly es más difícil de evaluar: algunos han concluido que actuó con completo cinismo, pero la ilusión y el autoengaño no son inadmisibles. La "producción" de Kelly es notable por su enorme cuantía, complejidad y viveza.) Dee sostuvo que los ángeles le dictaron laboriosamente varios libros de este modo, alguno en un lenguaje especial angélico o idioma enoquiano.
En 1583, Dee se reunió con el noble polaco Albert Łaski, quien invitó a Dee a acompañarlo en su regreso a Polonia. Con alguna instigación por los ángeles, Dee fue convencido para ir. Dee, Kelly y sus familias partieron hacia el Continente en septiembre de 1583, pero Łaski resultó estar en bancarrota y desprovisto de todo favor en su propio país. Dee y Kelly comenzaron una vida nómada en Europa Central, pero continuaron sus conferencias espirituales, que Dee registraba meticulosamente. Tuvo audiencias con el emperador Rodolfo II y el rey Esteban I Báthory de Polonia y trató de convencerlos de la importancia de sus comunicaciones angelicales. Particularmente interesante fue su encuentro con el rey polaco Esteban. El evento tuvo lugar en el castillo real en Niepołomice (cerca de Cracovia, entonces la capital de Polonia) y siendo más tarde ampliamente analizado por historiadores polacos (Ryszard Zieliński, Roman Żelewski, Roman Bugaj) y escritores (Waldemar Łysiak). Mientras mayoritariamente lo aceptaron como un hombre de amplio y profundo conocimiento señalaron también sus conexiones con la monarca inglesa Isabel. Esto los incitó a concluir que la reunión podría haber ocultado objetivos políticos. No obstante, el rey polaco que, siendo un devoto católico, era muy cauteloso de cualquier medio sobrenatural, comenzó la reunión con una declaración de que todas las revelaciones proféticas fueron ultimadas con la misión de Jesucristo. También hizo hincapié en que iba a participar en el evento siempre que no habría nada en contra de la enseñanza de la Iglesia católica.
Durante una conferencia espiritual en Bohemia, en 1587, Kelly le informó a Dee que el ángel Uriel había ordenado que los dos hombres debían compartir sus esposas. Kelly, quien por entonces se estaba convirtiendo en un prominente alquimista y era mucho más codiciado que Dee, puede haber querido utilizar esto como una forma de terminar con las conferencias espirituales. La orden causó en Dee gran angustia, pero no dudó de su autenticidad y aparentemente permitió seguir adelante, pero interrumpió las conferencias inmediatamente después y no vio a Kelly de nuevo. Otra de las razones de este distanciamiento y segun algunas fuentes fue que tanto Kelly como Dee recibieron las ordenes de los 4 arcángeles: Dee regresó a Inglaterra en 1589.
Artefactos:
El Museo Británico posee varios objetos pertenecientes a Dee relacionados con las conferencias espirituales:
- El espéculo o espejo de Dee (un objeto de culto azteca de obsidiana con forma de espejo de mano, traído a Europa a finales de la década de 1520), que posteriormente perteneció a Horace Walpole.
- Los pequeños sellos utilizados para soportar las patas de la "mesa de práctica" de Dee (mesa en la que se realizaba la visión).
- El voluminoso, elaboradamente decorado "Sello de Dios" de cera, usado para soportar la "piedra que muestra", la bola de cristal utilizada para la visión.
- Un amuleto de oro grabado con una representación de una de las visiones de Kelly.
- Un globo de cristal, de seis centímetros de diámetro. Este artículo permaneció inadvertido durante muchos años en la colección mineral; posiblemente perteneció a Dee, pero la procedencia de este objeto es menos certera que la de los otros.
- En diciembre de 2004, tanto una "piedra que muestra" (una piedra utilizada para la visión) perteneciente con anterioridad a Dee como una explicación de su uso de mediados de la década de 1600 escrita por Nicholas Culpeper fueron robadas del Museo de Ciencias de Londres; fueron recuperadas poco tiempo después.
Pensamiento:
Dee fue un cristiano intensamente piadoso, pero su cristianismo estaba profundamente influido por el hermetismo y las doctrinas platónico-pitagóricas que impregnaron todo el Renacimiento. Creía que los números eran la base de todas las cosas y la llave del conocimiento, que la creación de Dios fue un acto de numeración. Partiendo del hermetismo, extrajo la creencia de que el hombre tenía el potencial del poder divino, y pensaba que dicho poder podría ser ejercitado a través de las matemáticas. Su magia angélica cabalística (que era fuertemente numerológica) y su trabajo en matemáticas prácticas (navegación, por ejemplo) eran simplemente los extremos exaltado y mundano del mismo espectro, no las actividades contrapuestas que muchos podrían considerar hoy en día. Su objetivo final era ayudar a dar lugar una religión mundial unificada a través de la sanación de la brecha existente entre las Iglesias católica y protestante y la recuperación de la teología pura de la antigüedad.