Mucho se habla de conspiraciones, sociedades secretas, logias y cabe también mencionar que constantemente se especifica acerca del poder de los "Illuminatti", "Rosacruces" y los "Masones", cada vez salen artículos que alarman acerca de estas organizaciones que intentan manipular a la sociedad y al mundo, pero pocos desconocen la existencia de una sociedad esotérica influyente me refiero a la Orden Martinista.
El lector al revisar esto se hará la pregunta de ¿que es la "Orden Martinista"? ¿Quien la creo o quienes la conforman? Para comenzar la Orden Martinista fue creada por el año 1890 por los ocultistas Papus y Augustin Chaboseau, también hubo una colaboración de otras personalidades del esoterismo, para transmitir la iniciación y doctrina de Martínez de Pasqually y de Louis Claude de Saint-Martin, de quienes la Orden Martinista toma el nombre. La orden busca busca la reintegración del hombre a sus condiciones anteriores a la caída.
Como toda entidad y orden esotérica esta tiene su jerarquía o divisiones de grados, la orden martinista es divida en:
- Asociado
- Iniciado
- Superior Desconocido ("S.I."): Este grado tiene la capacidad de iniciar nuevos miembros.
- "Libre Iniciador" ("L.I."): Estos miembros pueden iniciar libremente sin estar atado a estructura alguna. Justamente esta peculiaridad hace que existan diversas subórdenes martinistas todas las cuales pueden atribuirse ser transmisoras de una iniciación legítima.
Analizada la división jerárquica del martinismo debemos preguntarnos ¿quienes fueron Papus y Augustin Chaboseau? por que al saber quienes son ellos podemos entender la raíz de esta orden esotérica y su enfoque.
Cuyo nombre real es Gérard Anaclet Vincent Encausse fue un médico y ocultista francés de origen español, gran divulgador del ocultismo, nacido de padre francés (Louis Encausse, químico) y madre española. De joven, Encausse pasaba gran parte de su tiempo en la Bibliothèque Nationale estudiando Cábala, Tarot, las ciencias de la magia y la alquimia, y los escritos de Eliphas Lévi. Se inscribió en la Sociedad Teosófica francesa poco después de que fuera fundada por Madame Blavatsky en 1884-1885, pero se dio de baja pronto porque no le gustaba el énfasis que la sociedad ponía en el ocultismo oriental. En 1888, cofundó su propio grupo, la Orden cabalística de la Rosacruz. Encausse también fue miembro de la Fraternidad Hermética de la Luz y de la Orden Hermética del Alba Dorada de París, además de la Memphis-Mizraím y probablemente de otras organizaciones esotéricas o paramasónicas, también escribió libros sobre ocultismo. A pesar de su profunda implicación en el ocultismo y en grupos ocultistas, Encausse logró encontrar tiempo para seguir estudios académicos más convencionales en la Universidad de París. Se doctoró en Medicina en 1894 con una tesis sobre Anatomía Filosófica.
Visitó Rusia tres veces, en 1901, 1905 y 1906, para servir al zar Nicolás II y a la zarina Alejandra tanto como médico como consejero ocultista. En octubre de 1905, supuestamente invocó al espíritu de Alejandro III, padre del zar Nicolás, quien profetizó que el zar encontraría su caída en manos de los revolucionarios. Seguidores de Encausse sostienen que él informó al zar de que podía evitar mediante la magia la profecía de Alejandro tanto tiempo como Encausse siguiera vivo: Nicolás permaneció en el trono de Rusia hasta 141 días después de que Papus falleciera. Aunque parece que Encausse sirvió al zar y a la zarina con alguna capacidad esencialmente chamánica, curiosamente andado el tiempo estaba preocupado por la fuerte dependencia que tenían del ocultismo para aconsejarlos en decisiones sobre asuntos de gobierno. En su correspondencia más tardía, les advirtió varias veces de la influencia de Rasputín. Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, Encausse se alistó en el cuerpo médico del ejército. Mientras trabajaba en un hospital militar, contrajo la tuberculosis y murió el 25 de octubre de 1916, a los 51 años.
Augustin Chaboseau
Fue un esoterista, historiador y publicista francés. Fue conservador ajunto de la biblioteca del Musée Guimet y secretario particular de Aristide Briand. Según escribe Robert Ambelain, Chaboseau fue iniciado en el año 1886 por su tía la marquesa Amélie de Boisee-Mortemart, quien le prestaba libros sobre ocultismo. Conoce a Papus y juntos hacia 1890 fundan la actual Orden Martinista. Era depositario de una iniciación Martinista de diferente línea diferente a la de Papus por lo que entre ellos intercambiarían iniciaciones.
Una vez conocidos sus fundadores debemos comprender también quienes fueron brevemente: Louis Claude de Saint-Martin y Martínez de Pasqually.
Louis Claude de Saint-Martin:
Apodado como el "filosofo desconocido", nace en la ciudad francesa de Amboise el 18 de enero de 1743 y fallece en la ciudad francesa de Aulnay, 13 de octubre de 1803, dedicó la mayor parte de su vida a estudiar la mística judeo-cristiana y a transmitir sus enseñanzas a este respecto a través de sus obras, aunque al final de su vida constituyó una pequeña sociedad con este propósito, a la que denominó como Sociedad de los Íntimos.
Martinez de Pasqually
Teúrgo y teósofo francés. En realidad, no se sabe nada con certeza con respecto a su origen. Sus actividades antes de 1760 tampoco se conocen bien. Esto se debe principalmente al hecho de que utilizó diferentes nombres y firmas en los documentos oficiales durante su vida, como Martines o Martínez de Pascualis, Pasqualys, Pasquallis, Pasqualy o Pasqually.
Fundó un rito masónico elevado, un sistema al cual dio el nombre de Elús Cohen o Sacerdotes Elegidos del Universo. Solamente aquellos masones de grado "Elús" eran admitidos en los "Elús Cohen". A esta Orden de los Elegidos Cohen pertenecieron Jean Baptiste Willermoz y Louis Claude de Saint-Martin.
Cuando Martinez de Pasqually se retiró a la Isla de Santo Domingo, falleciendo en Haití, en la ciudad de Puerto Príncipe, se encargaron del mantenimiento de la Orden sus discípulos Willermoz y Saint Martín. Poco a poco se fueron creando los círculos de los amigos del Filósofo Desconocido (Louis Claude de Saint Martín), quien instituyó su rito Martinista.
Habiendo sido comprendido quienes fueron los fundadores y los filósofos que inspiraron la creación de esta orden debemos analizar los símbolos que la representan, todos los martinistas conocen que en cada símbolo se encuentra una verdad trascendente.
- El Pentagrama Martinista: Conocido como el "Pentáculo Universal", constantemente confunde al profano o ignorante que, con demasiada frecuencia, lo confunde con la "Estrella de David" o "símbolo del judaismo". Dios el Primer Principio del Universo, se halla representado por un círculo, el símbolo de la eternidad. Está símbolo representa la relación mística del centro con la circunferencia; es el rayo proyectado seis veces dentro del círculo, que produce el hexágono, emblemático de los seis períodos de la creación. El punto central forma el séptimo período, el del descanso (reposo). Es entre estas emanaciones creativas (Eones), que la naturaleza se desenvuelve mediante sus dos grandes de involución (Triángulo descendente, negro) y evolución (Triángulo ascendente, blanco). El triángulo apuntando hacia arriba representa todo lo que asciende, es particularmente el símbolo del fuego, del calor. El que apunta hacia abajo representa todo lo que desciende, es especialmente el símbolo del agua, de la humedad. La unión de los dos triángulos representa la combinación del calor y la humedad, del sol y la luna. Simboliza el principio de la creación, la circulación desde el cielo a la tierra.
- La Espada: Es el símbolo primario de la fuerza que defiende a la humanidad en la invisible presencia del egregor contra todo ataque externo y da los parámetros para el orden interno de la Heptada. La espada tiene un carácter defensivo y ordenador. Es un marco de referencia del ideal caballeresco. Es el poder que puede destruir el mal y preservar la justicia. Es las fuerzas de la luz y el orden enfrentadas a la de la oscuridad y el caos. La espada para el martinismo se convierte en un Axis Mundi en relación a determinados principios ya que en ella se encuentran representados: el honor, el valor, el poder, la verdad, la rectitud, el equilibrio.
- La Máscara: Este símbolo expresa que la personalidad del martinista desaparece. Llegando a ser un desconocido (incógnito), para la otra mitad desconocida de la sociedad, la mascara es una muestra de suprimir el miedo del adepto a ser rechazado en su vida diaria por la otra mitad de la gente que constantemente le este observando, también le marca que estará siempre bien protegido contra las trampas de la ignorancia aliada de la opinión concertada, que a diario se abatirá contra el. La mascara aísla al martinista del resto de la humanidad durante el periodo de trabajo, y le muestra el precio que debe anexar por su libertad.
- Las Luces: En este símbolo el iniciado sabe como reconocer la religión, a pesar de los diferentes cultos en los que se ha traducido para el vulgo. Para el martinista solo hay una Religión, así como solo hay una verdad, y no los cultos como el Bramanismo, el Budismo, el Catolicismo, el Judaismo, o el Islamismo, que no pueden atribuirse el monopolio y la exclusión de otro culto. Las luces que son 3 representan el principio de la divinidad y el camino de la verdad al propio conocimiento.
- El Manto: Representa que el iniciado está involucrado en el resultado del deseo de facilitar la recepción de la radiación que lo considere digno. Conserva su personalidad de la radiación del mundo profano. Al llevar el manto el iniciado comprende no somos el cuerpo que sirve como un seguro para el alma.
- El Cordón: Es un símbolo antiguo y rico en significado místico. El cordón es utilizado por el iniciado para recordar la tradición de los templarios que se aislaban de las fuerzas materiales y se religaban a su iniciador. El cordón es un símbolo de la cadena ininterrumpida que une a los maestros del pasado, para ver la unión con el gran maestro a través de su iniciador. De este modo el cordón es el signo distintivo del iniciado y los medios de su recepción en el linaje de la Luz Mística.
Como toda sociedad ocultista, el martinismo tampoco es la excepción y esta cuenta con un código que es la instrucción máxima para todo martinista:
- Creencia en Dios e invocación a Yeheshua: El Martinismo es esencialmente una Orden de Cristianismo Esotérico, y Yeheshua es invocado en cada reunión martinista, así como es mencionado en todo documento de la Orden. La creencia en una deidad es fundamental para la estructuración del cuerpo iniciático. Se debe aclarar que los martinistas incluyen al Cristianismo Esotérico pero no de una manera dogmática, sino siendo verdaderamente reverentes al Misterio de la Encarnación del Logos en el Mundo Físico.
- La Organización realizada por Papus: Consiste en dos Grados preparatorios y un Grado propiamente dicho que es el de "Superior Desnocido".
- Correcta Transmisión de la Tradición: El iniciado debe vivir la experiencia de la Iniciación Martinista por medio de un iniciador autorizado y frente a los símbolos fundamentales del Martinismo. Se debe tener en cuenta que el transmitir la Iniciación implica poner en las manos del nuevo miembro la responsabilidad de la Tradición.
- Los Maestros del Pasado: Ellos son los que han creado, contribuido y enaltecido la tradición martinista.
- La Libertad esencial del iniciado para seguir el camino de su Reintegración: La Orden Martinista ha tenido desde su días más antiguos, una instrucción y ciertos Símbolos Fundamentales. Cada Consejo Supremo ha tenido la libertad de instruir de acuerdo a su entendimiento. Eso da al Martinismo un carácter dinámico y no un rígido currículum. Se debe apuntar siempre a la Reintegración personal. Algunos trabajarán bajo los Auspicios de determinada Orden, mientras que otros bajos los de otra Orden, y algunos lo harán solos como Martinistas Libres. Es de esta manera que siempre ha sido.
- Creencia en el proceso de Reintegración como necesario para salir de la Floresta de los Errores: La Orden Martinista desde sus más antiguos antecedentes en la Doctrina de De Pasqually siempre ha afirmado que el Hombre es un ser caído, y privado de los privilegios de su estado primigenio.
- El uso del Manto, el Antifaz y el Cordel: Realmente no es importante si el manto es blanco, negro o rojo; o si el Cordel para el Superior Desconocido es blanco, rojo o dorado. Todos los Martinistas hacen uso de esos tres profundos símbolos, y el sentido esotérico de los mismos es en todos los casos igual.
- El uso de Tres Lienzos: Negro, rojo y blanco: Así como el manto, el antifaz y el cordel, los lienzos son de uso universal, y su simbolismo es en todo lugar explicado de la misma manera.
- El uso del "Trígono de Luminarias": En todo Altar Martinista hay tres candelabros dispuestos en forma de triángulo. En algunas Logias son usadas solamente en dos Grados, en otras en los Tres. El simbolismo, sin embargo, es siempre el mismo, y puede ser comprendido por todos los Martinistas.
- El uso del Pentáculo Martinista: En algunas Ordenes se halla en el piso, al Este, en otras sobre la Silla del Iniciador, en otras en ambos lugares. Se halla en todos los documentos martinistas, y constituye un símbolo martinista universal.
- La Estación de los Maestros del Pasado: En todo templo martinista, hay un sitio, una silla o un altar, con una luminaria, representando a los maestros del pasado. Este puede ser muy decorado, pero la vela siempre debe estar presente, encendida en todas las ceremonias para representar la invocación a los maestros del pasado, para representar su presencia en las asambleas, y para representar la aspiración para unirse a ellos.
Para finalizar les dejamos un pensamiento de Louis Claude de Saint-Martin "El filosofo desconocido": "He decidido hacer el bien, pero no deseo hacer ruido. Porque se que el ruido no es bueno y que el bien no hace ruido".